miércoles, 17 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 13, 14 Y 15


-Viernes 28 de septiembre de 2007. Día 13 del viaje: La Habana

Nos levantamos sin prisa y a las 11:00 estamos en la calle. Caminamos por Habana Centro hasta llegar al Museo de la Revolución. Situado en el antiguo Palacio Presidencial de Fulgencio Batista, este precioso edificio decorado por Tiffany’s en la era pre-castrista, alberga una exposición acerca de la historia de Cuba en relación con su tradición revolucionaria. La exposición es realmente interesante, pero no ofrece nada que no se pueda encontrar en Internet o en un libro de historia. Pocos son los objetos exclusivos que llaman la atención, aunque pasear por el edificio es entretenido. Al final de la exposición, se puede visitar el Memorial Granma, donde tienen el yate con el que 82 personas viajaron desde México hasta Cuba para iniciar la Revolución del 26-J. También hay algunas tanquetas y aviones expuestos. Todo muy controlado por la policía militar, la cual es desagradable en cualquier parte del mundo.
Tras eso, vamos dando un paseo hasta el barrio del Vedado. Nos acercamos hasta la Universidad de La Habana, la cual es magnánima, luego llegamos hasta las oficinas de la empresa de alquiler de coches para presentar formalmente una reclamación. Tras eso, pasamos por el famoso cine Yara y vamos a comer a un restaurante de temática televisiva en los bajos del Edificio Focsa. Barato y buenas cantidades, no está mal.
Seguimos andando y llegamos a la Tribuna Antiimperialista, frente al edificio de la Sección de Intereses Estadounidenses y al Malecón. Dicho edificio, construido durante la administración Carter en la era de cooperación entre Estados Unidos y Cuba, está altamente protegido por muchísima policía, también desagradable. La Tribuna Antiimperialista se construyó tras la crisis de Eliansito, el niño balsero. Es un lugar destinado a mítines, conciertos y otras reuniones populares. Ondean un montón de banderas negras con estrella blanca y se pueden leer consignas como ‘Patria o muerte’, ‘Venceremos’ o ‘Gloria eterna a los mártires’. También está el famoso cartel que reza: ‘Señores imperialistas, no les tenemos absolutamente ningún miedo’.


Seguimos camino por el Malecón hasta Habana Centro, llegamos al Capitolio y nos sentamos durante un buen rato a charlar y ver la vida pasar. Todo es digno de ser visto, y la cotidianeidad no puede ser ignorada.
Llegamos a casa y decidimos ir a cenar al mismo sitio que la primera noche: La Taberna de la Muralla, en la Plaza Vieja. Optamos por el matrimonio cervecero: hamburguesa y birra por un buen precio. Damos un paseo y nos vamos para casa a tomar un roncito.

-Sábado 29 de septiembre de 2007. Día 14 del viaje: La Habana (Playas del Este)

Tras hacer alguna compra tenemos claro que hay que despedirse de la playa y a eso de las 12:00 cogemos la guagua hasta Guanabo, Playas del Este. Compramos media botellita de Añejo Blanco y tomamos unos daiquiris al sol. La playa está llena de cubanos disfrutando del día.
Comemos en un chiringuito en el que tardan muchísimo en servirnos (previo aviso). Pedimos brocheta de langosta y pollo, todo muy rico, especialmente la langosta del Caribe.
Tras la comida nos ponemos a tomar el sol y nos quedamos dormidos un rato. Nos damos los últimos baños y volvemos a La Habana. Salimos a cenar y encontramos un sitio fresco y acogedor donde la ‘ropa vieja’ y el cerdo empanado están especialmene buenos. Después nos volvemos a casa a hacer todos los preparativos del viaje de vuelta; maletas, documentos, billetes de avión, dinero, etc.

-Domingo 30 de septiembre de 2007. Día 15 del viaje: La Habana-París-Londres

Nos levantamos pronto y a las 9:30 cogemos un taxi hasta la lejana Plaza de la Revolución. Estamos un buen rato y tiramos unas cuantas fotos con el Ministerio de Industria al fondo.
Seguimos camino por el Vedado y en la Avenida de los Presidentes vemos unos árboles preciosos e inmensos. Llegamos al Callejón de Hamel, un callejón donde un pintor y artista cubano llamado Salvador González Escalona ha convertido la calle en un lugar de encuentro cultural y expresión artística. Graffiti, poesía, y aprovechamiento del medio para la creación están por todas partes en esta calle donde, una vez más, me acuerdo de Berlín. Todo esto atrae a los turistas y evidentemente a los jineteros, que agobian muchísimo. La primera foto de hoy es de allí.
Volviendo al barrio por la calle San Lázaro, alguien me llama la atención. No hago caso pensando en que es un jinetero y ni me inmuto. Sin embargo la insistencia del que me llama hace que finalmente me gire. Son Jesús y su mujer, los mismos que conocimos la primera noche en el Malecón, nos han visto pasar y nos han querido saludar. Hablamos un rato, les contamos nuestro tour por la isla y quedamos en que en ‘la próxima’ les iremos a visitar y tomaremos esa botella de ron que nos propuso.


Llegamos a casa a las 14:30 y rápidamente vamos a comer. Para no rompernos la cabeza, repetimos sitio y vamos al mismo de ayer por la noche, también repetimos platos. Volvemos a casa y nos damos una ducha y esperamos al taxi mientras hablamos con Maritza, quien ha sido una gran anfitriona.
El taxista que nos lleva por 15 CUC hasta el aeropuerto nos cuenta su rotundo descontento con la situación actual de Cuba. “Ojala las cosas fueran como al principio de la Revolución” dice mientras nos cuenta cómo se las ingenia para llegar a fin de mes. Es una buena conversación de despedida. Muy reveladora y casi definitiva.
A las 17:40 llegamos al aeropuerto, facturamos y pasamos el control de seguridad. Para salir del país todo el mundo debe pagar 25 CUC, si no, te quedas en tierra.
Embarcamos y despegamos puntuales a las 20:30. En el avión proyectan Ocean’s Thirteen doblada al castellano sudamericano, es de coña. Para colmo nos dan de cenar pollo con arroz congrí, como si no estuviésemos hartos. Intentamos dormir un poco.
A las 11:30 del ya 1 de octubre, aterrizamos en París. Dormimos en unos sofás habituados para ello hasta las 14:30, hora del embarque para el vuelo a Londres. Un montón de irlandeses cabizbajos con la camiseta de la selección nacional de rugby vuelan con nosotros, que aún vestimos de manga y pantalón cortos.
A las 15:10 aterrizamos en Londres y el sueño del Caribe se va esfumando.

Tema de hoy: El viaje de nuestra vida
A pesar de tener sólo 25 años, tengo el privilegio de haber viajado bastante. Gracias a unos padres que me han inculcado la inquietud por conocer distintos y sitios y que me han llevado con ellos siempre que les ha sido posible, y gracias a estudiar una carrera que hace que todo conocimiento de lugares sea poco, he desarrollado una pasión por viajar que cada vez es mayor. Creo que muchas de estas cosas las expuse en la primera entrada de este blog, así que no voy a repetirme.
Es muy difícil elegir ‘lo mejor’; una canción favorita, un libro, una película o un viaje. Yo creo que depende del momento. Pero este viaje ha sido algo que jamás olvidaré y del cual he aprendido grandes lecciones y donde he visto cosas tan sensacionales como lastimosas. Ha sido una lección moral, un ejercicio de viajero, una vuelta de tuerca a las ansias revolucionarias, descanso y aventura, una confrontación de ideas, una maravilla, ha sido. Me he sentido totalmente libre y haciendo en todo momento lo que me apetecía.
Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin la compañera de viaje que tengo. Porque es vital tener un compañero con el que compenetrarse a la perfección y cuyas preferencias sean similares a las tuyas. Por todo esto, el viaje no hubiera sido lo mismo sin Paula, mi compañera ‘de viaje’ y de viajes.
Poder compartir con ella Cuba y semejantes experiencias, vivencias, lugares, personas, opiniones, silencios, charlas, ron, enfados y amor, ha sido inolvidable.
También quiero mandar un abrazo muy grande y especial a mi abuela sin cuya contribución económica y ánimos a realizar el viaje esto tampoco hubiera sido posible. Gracias.

Hasta aquí el diario de viaje a Cuba. A partir de ahora espero cumplir la entrada semanal prometida cuando Bristol Links comenzó su andadura. Y también espero vuestra interacción en las respuestas.

PAZ

martes, 16 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 11 Y 12


-Miércoles 26 de septiembre de 2007. Día 11 del viaje: Santiago de Cuba

Nos despertamos y a las 10:30 salimos a conocer la ciudad un poco más. Llegamos hasta el barrio de Tivolí, donde hay una escalinata bien larga y famosa en la ciudad. Empieza a hacer un calor infernal, pero seguimos callejeando hasta llegar a la Plaza Marte, antigua Plaza de los Fusilamientos.
Volvemos hacia la Plaza Dolores y comemos en la Taberna de mismo nombre, se paga en moneda nacional y hacen un lomo adobado sensacional. El lugar es muy bonito, pero hace muchísimo calor. Tras la comida decidimos irnos a casa hasta que baje un poco el sol; es imposible caminar por la calle en estas condiciones.
Sobre las 18:30 volvemos a la carga y nos acercamos hasta El Cuartel de Moncada, donde el 26 de julio de 1953 se intentó, fallidamente, iniciar La Revolución. Los disparos aun están en la fachada, e impresiona verlo. Automáticamente me acuerdo de los edificios colindantes al Museo de Pérgamo en Berlín. En la capital alemana también se pueden ver los balazos de la Segunda Guerra Mundial.


Volvemos al centro y nos quedamos charlando un buen rato en la Plaza Marte hasta la hora de ir a cenar. Cenamos en un lugar donde nos intentan cobrar de más y nos tenemos que poner bastante serios para que rectifiquen, pero lo conseguimos.
Tenemos que ir a casa para preparar las cosas del viaje en avión de mañana. Nos dan las 24:00 mientras tomamos un ron escribimos algunas postales.

-Jueves 27 de septiembre de 2007. Día 12 del viaje: Santiago de Cuba-La Habana

Nos despertamos a las 6:15 para terminar los preparativos, darnos una ducha y coger un taxi al aeropuerto de Santiago de Cuba. Vamos en un Lada lento y algo destartalado, con la mochila y los bultos en las piernas porque el maletero no se puede abrir.
Volamos a las 9:30 con Cubana de Aviación en un avión más que conocido por los españoles: un Yakolev 42. El avión soviético es antiguo y entra un aire condensado que no deja ver nada en el pasillo. Los cubanos están bien tranquilos, un grupo de japoneses se descojona con la situación y algún turista occidental tiene pinta de no tenerlas todas consigo, no es para menos. A las 11:30 aterrizamos en La Habana y más de uno aplaude.
El día que llegamos a La Habana desde Londres cogimos un taxi hasta la casa particular que nos costó 30 CUC, hoy gracias a Paula y su tesón negociante, conseguimos ir por 10. De vuelta a casa de Maritza y Ramón, nos dan otra habitación mejor; tiene aire acondicionado y una nevera de la época pre-revolucionaria en la que metemos mucha agua, algo de limón, ron y un coco.
Salimos a comer a eso de las 13:30 y para las 14:10 ya estamos pidiendo en un lugar con un patio inmenso y bien puesto cerca de la Plaza de Armas. Por allí pasamos después de comer ‘ropa vieja’ (plato tradicional cubano), donde los libreros tienen puestos sus tiendas ambulantes. Compramos más literatura.
Seguimos andando y llegamos hasta el mercadillo de la Feria de la Artesanía. Damos unas vueltas observándolo todo y decidimos volver a casa hasta que se vaya un poco el sol. Hace muchísimo calor.
Nos echamos una siesta y tras una ducha salimos a cenar. En busca de algo barato por el barrio de Centro Habana y de una comida que no sea pollo o cerdo con arroz congrí, nos cuesta un montón encontrar algo decente pero barato, de modo que acabamos compartiendo una pizza y una cerveza en un lugar donde no nos alcanza para pedir un plato y bebida cada uno.
Nos vamos a casa y planeamos el día habanero de mañana con un ‘Havana Club Añejo Especial’ con limón, bien fresco.


Tema de hoy: Propaganda Vs Publicidad

En Cuba no existe la publicidad como la concebimos en occidente. En Cuba hay propaganda política, en las calles (sobre todo), en la radio, en la televisión, y en los medios escritos, tanto prensa como literatura. Si tenemos en cuenta que la publicidad no es más que una forma de propaganda capitalista, ya que el mensaje publicitario se resume en una palabra (¡consume!), estamos en las mismas. Con esto quiero decir que el sistema capitalista se basa en el consumo y que la única propaganda que necesita para funcionar es animar a la gente a consumir. Y de eso, se ocupa la publicidad, de crear necesidades y que el sujeto consuma para cubrirlas.
La propaganda y la publicidad son creativas y atractivas, aunque pueden llegar a aborrecer hasta el punto de que la gente las ignore y se canse.
En Cuba hay frases de Fidel por todas partes, la cara del Che, la de Camilo Cienfuegos, la de José Martí (omnipresente), y otros revolucionarios como Zapata, Bolívar, Maceo, Sandino o el mismo Frank País, también tienen su lugar en los anuncios de carretera o de las ciudades.
Desde luego que aquello no es una sociedad de consumo y que sería absurda la publicidad como la entendemos nosotros. La propaganda tiene su encanto y trae recuerdos de nostalgia por tiempos pasados de victoria revolucionaria, pero no tiene sentido alguno hoy en día, o al menos no cumple una función palpable en el pueblo; la gente le hace el mismo caso que nosotros a los anuncios de la tele.
En cualquiera de los casos, mejor sería dejar ese espacio libre para la expresión artística y para la cultura más que para intentar hacernos pensar de un modo o crearnos la necesidad de un producto absolutamente prescindible.

Mañana publicaré la séptima y última entrada dedicada a Cuba.

PAZ

lunes, 15 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 9 Y 10


-Lunes 24 de septiembre de 2007. Día 9 del viaje: Cañadón-Playa Esmeralda-Villa Maguana-Baracoa

Nos despertamos a las 8:30 para ir a la playa antes de coger el coche y continuar camino. En lugar de volver a Guardalavaca otra vez, decidimos ir a Playa Esmeralda, a cuatro kilómetros. La señora que llevamos ayer en el coche desde Holguín, nos la recomendó, de modo que llegamos allí a las 9:40.
La señora tenía razón; es la playa más preciosa en la que hemos estado. El color del agua, la situación geográfica respecto a la costa, el color de la arena… todo es cómo lo habíamos imaginado o visto en la tele.
Alquilamos un patinete durante media hora y damos una vuelta. A más de cien metros de la playa nos damos un baño, y seguimos avanzando hasta una barrera de coral que podemos observar sin problemas desde el patín, pues el agua es transparente.
Seguimos bañándonos y disfrutando hasta las 12:30, hay que irse pero no queremos. El destino de hoy es Baracoa, el que según dicen es uno de los lugares más misteriosos de Cuba.
Comenzamos un viaje que, a priori, no debe llevarnos más de tres horas pero que debido al mal estado de la carretera en muchos tramos, será mucho más largo. Hay zonas en las que los socavones tienen una profundidad de casi un metro y una extensión de dos metros cuadrados. Tengo que meter primera y sortearlos como buenamente puedo. Hay zonas en las que la carretera se convierte en un camino de piedras y eso ralentiza mucho el ritmo.
Sobre las 15:00 pasamos por Moa, ya queda poco, pero el camino es malísimo. Sin embargo, a medida que nos vamos acercando a Baracoa, nos adentramos en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, un lugar con una vegetación espectacular, con ríos caudalosos que desembocan en la costa. La sensación de estar absolutamente inmersos en la naturaleza sólo nos la quita levemente el coche. Paramos a comer un sandwich y a tomar un daiquiri sensacionalmente preparado en la playa de Villa Maguana. Nos damos un baño tranquilo y relajante y seguimos camino hasta Baracoa.
Entre una cosa y otra, son las 17:00 y hemos llegado cansados, pero al menos ha valido la pena. Baracoa tiene mucho encanto y es un lugar acogedor. Salimos a dar una vuelta y se pone a llover. Nos resguardamos en un chiringuito al frente del Malecón a tomar una cerveza y hablamos largo y tendido con un par de oriundos.


Cuando escampa decidimos ir a cenar a un ‘Paladar’. Los paladares vienen a ser lo mismo que las casas particulares pero haciendo la labor de restaurante. Se va a casa de alguien, que tiene el salón como un comedor de restaurante, y pides la comida casera. Elegimos camarones con salsa de coco y cordero. La salsa de coco está excelente. Hablo con mis padres por teléfono; están en Nueva York y me cuentan que están alojados en el mismo hotel que Bush y que hay unas medidas de seguridad extremas. Les digo que si se lo encuentran en el ascensor le suelten un ‘’Socialismo o muerte’. Hay cumbre de la ONU y toda Nueva York está plagada de policía.
Damos una vuelta y caemos en La Casa de la Música. Suena la salsa y tomamos un mojito.
Nos vamos para casa y a eso de las 24:00 nos dormimos; mañana es el último día de coche y hay que entregarlo a las 13:30 en Santiago de Cuba.
Por la noche llueve muchísimo y suenan unos truenos que hacen despertarnos más de una vez pensando que han puesto una bomba. Jamás había oído algo así.

-Martes 25 de septiembre de 2007. Día 10 del viaje: Baracoa-Santiago de Cuba

Antes de las 8:00 ya estamos en la carretera. Nada más salir de Baracoa, antes de llegar a la costa sur y tomar la carretera que lleva hasta Guantánamo, hay que atravesar “La Farola”. Se trata de un sistema montañoso cuya carretera está en muy buen estado pero que, como cualquiera que sube unas montañas, está llena de curvas cerradas en las que hay que ir con mucho cuidado. Por fortuna hace un día soleado y no hay problemas de visibilidad o de piso mojado. Paramos en un mirador para deleitarnos con las vistas y seguimos camino. La carretera que nos lleva por la costa también deja ver un paisaje bonito y, a medida que nos acercamos a la Bahía de Guantánamo, podemos sintonizar la radio americana que emite desde la base naval.
Desafortunadamente, el Mirador de Malones está cerrado. Ir allí es la única forma de acercarse oficialmente a la base naval de Estados Unidos. De nada sirve presentarse en el puesto de control cubano y decir que te quieres hacer una foto en la puerta de la base norteamericana haciendo un corte de mangas. Lástima; queríamos esa foto.
Seguimos camino sin parar en Guantánamo y llegamos a Santiago de Cuba sobre las 12:00. Hace un calor infernal. Encontramos una casa muy grande con una habitación enorme y una terracita para los dos. Nos quedaremos por dos días antes de volver a La Habana.
Tras devolver el coche, el cual nos ha supuesto un problema a nivel económico por un error de los empleados que nos alquilaron en Cienfuegos, y armarnos de paciencia al respecto, decidimos ver la ciudad.
Damos una buena vuelta y comemos en un lugar muy bonito donde la comida es pasable. Después vamos a La Taberna del Ron a refrescarnos y tomar un par de cócteles preparados por un maestro coctelero. Seguimos andando y pasamos por el mirador de Velázquez y llegamos hasta el Parque Céspedes, seguimos caminando por varias calles y llegamos a una librería antigua con libros de hace un montón de años donde compramos algo de literatura revolucionaria.
El calor es sofocante y decidimos ir un rato a casa. Compramos un ron oscuro llamado Caney, el cual es el que originariamente fue el famoso Bacardi, pues usan su misma fórmula y tienen la patente, pero al ser Bacardi un exiliado anti-castrista, dejó de fabricar el ron oscuro. Con limón y mucho hielo está muy rico.
Salimos a cenar, los jineteros en esta ciudad son especialmente plastas y tras varios días de viajar por lugares donde nadie nos agobiaba, nos acaban cansando bastante. Nos los quitamos de encima como podemos. Cenamos en un restaurante de la Plaza Dolores y comemos una parrillada marina y otra de carne. Están muy buenas, pero el concepto de parrillada no es el mismo que el que tenemos en España.
Vamos a casa y tomamos un Caney mientras repasamos la guía para planificar el día siguiente.


Tema de hoy: Seguridad vial y conducción por Cuba
Conducir por Cuba ha sido una de las experiencias más estresantes al volante de un coche. Al fin y al cabo, es una experiencia inolvidable por muchos aspectos. Por que la seguridad vial allí no existe y por que las carreteras o autopistas son impredecibles.
Cuando la Revolución cubana comenzó a cooperar con la URSS, ésta hizo lo mismo con Cuba y se comprometió a construir una red de carreteras y autopistas que se quedó, en muchos de los casos, a medias. Esto fue debido a la caída del Telón de Acero y a que la URSS tampoco tenía nada que darle a su pueblo como para ir construyendo carreteras en otros países. De modo que desde entonces, las carreteras siguen como las dejaron. Algunos tramos están sin acabar y te encuentras con que deja de haber asfalto y se convierte en camino de piedras durante unos kilómetros. Por supuesto, la manutención de las carreteras es nula, así como las líneas que separan los carriles o la señalización (muy escasa). Todo quedó sin terminar y además, el uso y los agentes meteorológicos han deteriorado considerablemente las vías. Hay socavones enormes, maleza, o simplemente; las vías están sin terminar de construir, como ocurre con la autopista nacional u otras carreteras regionales.
En Cuba, uno de cada veinticinco habitantes tiene coche, mientras que en países como Inglaterra es a razón de coche cada cuatro personas. Por supuesto, la mayoría de gente que tiene coche vive en ciudades, de modo que por las carreteras sólo te cruzas con otros turistas con coche alquilado y muy pocos coches. La gente se mueve en camión, guaguas (así se llaman los buses), o carros tirados por caballos o bueyes. Es muy rudimentario, pero así funciona.
En todos los pueblos y cruces de carreteras importantes hay gente haciendo dedo, y hay unos funcionarios del gobierno llamados ‘amarillos’, que se encargan de organizar los viajes de la gente. Preguntan a la gente a dónde van y los coches cubanos, carros y camiones, están obligados a parar y recoger a la gente que vaya en su dirección. Luego les pagan algo de dinero y se acabó. Los turistas no tienen la obligación de parar, pero pueden hacerlo si quieren. Siempre es una experiencia recoger a alguien, además de hacerles un favor, puedes tener una charla agradable con ellos y te contarán cosas que no vienen en tus guías.
A la hora de conducir hay que tener especial cuidado al adelantar o al cruzarse con cualquier otro vehículo, pues tienen la costumbre de conducir por el medio de la calzada sin importarles los otros coches. Dar las largas y pitar suele servir, aunque es desesperante estar constantemente haciéndolo.
Si conducir ya de por sí cansa, imaginaros hacerlo por un lugar como Cuba con todos esos factores en tu contra. Sólo te salva la recompensa de moverte libremente y de llegar a lugares a los que ningún grupo turístico llega.

Mañana más y mejor.

PAZ

domingo, 14 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 7 Y 8


-Sábado 22 de septiembre de 2007. Día 7 del viaje: Trinidad-Playa Ancón-Santa Clara

Nos levantamos a las 8:30 y tras un par de gestiones nos vamos a Playa Ancón que, según dicen, es la más bonita de todas las playas del sur. Es grande y con algunos complejos hoteleros por lo que automáticamente decidimos que Playa Girón era mejor.
El agua es igualmente limpia y azul turquesa. Estamos en la playa casi tres horas antes de coger el coche a las 12:30 dirección a Santa Clara, en el centro de la isla.
Otto, el de la casa particular de Trinidad, tras conocer nuestro plan de ruta, nos ha hecho algunas llamadas a otras casas particulares de a donde vamos a ir en los próximos días para que no perdamos tiempo buscando alojamiento y para ir fijo a un lugar en el que estaremos a gusto.
El viaje de Playa Ancón-Trinidad a Santa Clara es uno de los más preciosos que haremos. Para estas cosas se agradece tener coche. Atravesamos la Sierra de Escambray, por una carretera desierta con unas rampas en las que muchas veces tengo que meter primera para subir sin que se me ahogue el motor. Se me ocurre la idea de que una vuelta ciclista por estas tierras sería algo realmente demoledor porque además, hace un calor considerable. Durante la travesía paramos en un par de miradores a admirar las vistas (la foto de arriba es una de ellas). Sencillamente espectacular.
Sobre las 15:30 llegamos a Santa Clara. La casa particular de Miguel y Noelys es inmensa. Es una casa colonial de más de cien años situada en el Parque Vidal, en el mismísimo centro de la ciudad.
Tras comer algo de pollo frito y pizza vamos dando un paseo hasta el monumento, mausoleo y museo del Che Guevara. La guía nos hace pasar un mal trago, pues según pone no cierran hasta las nueve de la noche, y cuando llegamos, a las 17:25, quedan cinco minutos para cerrar.
Afortunadamente podemos entrar en el mausoleo y ver los nichos del Che y los guerrilleros que cayeron junto a él en Bolivia. La llama eterna está dentro del mausoleo y uno no puede evitar que se le pongan los pelos de punta. “Estás al lado del Che”, piensas, y eso emociona mucho.
Nos dejan pasar al museo dos o tres minutos tras insistir y decirles que al día siguiente no podremos ir porque emprenderemos el viaje muy pronto. Al menos hemos estado y hemos visto lo importante. Después, estamos un buen rato en el monumento; tiramos fotos y charlamos sobre el Comandante. Me acuerdo de algunos buenos amigos y pienso que sí, que “Hasta la victoria siempre.”


Volvemos hasta el centro dando un paseo y hacemos tiempo hasta la hora de cenar. En la habitación de la casa tenemos televisión y vemos la repercusión que ha tenido la aparición de anoche de Fidel. Echan una película de una especie de Tony Manero puertorriqueño, me la trago y me mola.
Salimos a cenar y pedimos huevos y patatas fritas. Entran especialmente bien. Al lado hay una plaza y empieza la salsa y toda la gente se pone a bailar. Nosotros nos vamos al poco rato pues mañana tenemos un duro día de viaje.
Antes de dormirnos nos tomamos unas copas de ron en la azotea de la casa, desde donde se puede ver todo Santa Clara. A las 24:00 ya estamos en la cama.

-Domingo 23 de septiembre de 2007. Día 8 del viaje: Santa Clara-Guardalavaca-Cañadón

A las 6:30 suena el despertador y nos ponemos en marcha. Paula ha tenido la suerte de soñar con Ernesto Che Guevara.
A las 7:30 ya estamos en la autopista con la intención de hacer más de 600 kilómetros y llegar hasta Guardalavaca, donde hay unas playas idílicas.
El viaje se hace más largo de lo esperado debido a ciertas paradas o rodeos que no estaban en nuestros planes. Pasamos por Sancti Spiritus, Ciégo de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín y, finalmente Guardalavaca. En Holguín hemos cogido a una señora y a su hija pequeña que iban en nuestra dirección. Son majas y amables. Nos cae una tromba de agua brutal que me hace tener que ir a menos de 20 por hora.
Llegamos sobre las 15:30, hace sol y calor, y como en Guardalavaca no están permitidas las casas particulares y solamente hay hospedaje en hoteles, tenemos que ir hasta Cañadón, un pueblecito a seis kilómetros. La habitación es pequeña y cutre, pero valdrá para descansar y además no tenemos más donde elegir.


Dejamos las cosas y nos vamos a la playa. Comemos bastante bien y compramos un Añejo Reserva de Havana Club para disfrutar de la tarde playera. Nos vamos cuando anochece. Vamos a casa para ducharnos y cambiarnos e ir a cenar. Hay una especie de bar restaurante abierto y se está a gusto. Cenamos unas pizzas pasables.
La playa de Guardalavaca es la más espectacular en la que hemos estado, a pesar de los complejos hoteleros, sin embargo, al día siguiente nos llevaremos una grata sorpresa en otra playa cercana.
A eso de las 24:00 nos vamos a dormir.

Tema de hoy: Che Guevara
El Comandante está por todas partes en Cuba, en carteles propagandísticos, en camisetas, libros, etc. El Che es respetado y admirado por todos los cubanos, mientras que no pasa lo mismo con Fidel. Quizás por que Guevara supo retirarse a tiempo de sus labores políticas y porque cuando las desempeñaba daba ejemplo trabajando el campo o en la industria como uno más. Ahora que hace pocos días se han cumplido 40 años de su muerte, su historia está en la prensa escrita y en un montón de medios. Creo que así debe ser, porque tenemos la obligación de conocer la historia y el ejemplo de un hombre que lo dio todo por sus creencias y por el pueblo de Latinoamérica. Y los medios de comunicación tienen el deber de divulgar su legado y sus hazañas. En las escuelas cubanas, todas las mañanas comienzan las clases recitando una frase del Che, y es un ejemplo para el pueblo, como lo debería ser para todo el mundo.
La anécdota de hoy se remonta a cuando tenía 16 años y me leí la biografía del Che escrita por Paco Ignacio Taibo II; entonces me negué a ser uno más y llevar una camiseta con su cara estampada. “El Che se lleva en el corazón y con el ejemplo de humanidad”, pensaba. Sin embargo, creo que nueve años después de aquellos pensamientos ha llegado el momento de la camiseta. Cuando la gente de mi edad estará cambiando su vestuario revolucionario por camisas de vestir, yo he decidido comprarme una camiseta roja con la foto hecha por Alberto Korda. Es una tontería, pero si me la tenía que comprar, mejor que fuera en Cuba. Y así lo hice.
El guerrillero heroico es inmortal y un ejemplo de constancia para conseguir hacer realidad la utopía por todos los medios necesarios. Por eso y otras razones: “todos somos el Che Guevara, hasta la victoria siempre”.

PAZ

sábado, 13 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 5 Y 6


-Jueves 20 de septiembre de 2007. Día 5 del viaje: Playa Girón-Rancho Luna

Nos despertamos a las 8:00 y tras desayunar mientras vemos los animales que Vicenta tiene en la parte trasera de la casa, a las 9:00 estamos en la carretera. Nos dirigimos a Rancho Luna, a pocos kilómetros de Cienfuegos. Llegamos sobre las 12:30 tras un trayecto en el que nos ha caído una buena tromba de agua. Ya sabemos lo que es la lluvia tropical y encima conduciendo.
En Rancho Luna también ha llovido y no está la cosa como quisiéramos. Nos alojamos en la única casa particular que tiene habitación libre y bajamos a la playa. Es larga y bonita, nos la pateamos entera, y aunque empieza a llover de nuevo, seguimos en el agua.
Comemos algo barato y tras una siestecilla nos vamos a Cienfuegos a dar una vuelta. Tomamos unas cervezas en un local dedicado por completo al gran genio del mambo Benny Moré, y encontramos un sitio agradable y aparentemente bueno donde cenar; un italiano. Tomamos varios mojitos que están sensacionales. La comida muy rica y barata.
Nos volvemos a Rancho Luna, lugar que no nos ha gustado demasiado, y que al final del viaje calificaremos como el menos bueno. Además, el tiempo no acompañó.

-Viernes 21 de septiembre de 2007. Día 6 del viaje: Rancho Luna-Trinidad

A las 10:30 salimos de Rancho Luna con dirección a Trinidad. Durante el trayecto podemos observar que nos acercamos a la jungla situada en la Sierra de Escambray. La vegetación frondosa se compone mayormente de palmeras y plataneros, y forma un paisaje precioso.


A las 13:20 llegamos al centro de Trinidad. La ciudad es pequeña y encontramos una casa particular pronto; Otto y Noemí tienen una casa colonial enorme con una habitación situada en lo alto y desde donde se pueden ver los tejados de la ciudad.
Damos una vuelta y vamos a comer. Poco a poco nos vamos dando cuenta de que la ciudad tiene un encanto especial; excepto dos o tres calles principales, ninguna está asfaltada, si no que la calzada está empedrada. Definitivamente, estamos en otro mundo. Paramos un rato y nos compramos una botellita de ron y lo saboreamos plácidamente en medio de la calle.
Al rato llegamos hasta un mercadillo de arte afro-cubano donde tienen un montón de figuras y objetos destinados al turista. Aprovechamos para comprar algún detalle y charlamos con los vendedores, quienes son los mismos artistas. Todos son gente atenta y es un placer compartir un rato con ellos. Seguimos paseando y sufriendo a algunos jineteros hasta llegar a la Plaza Mayor, un lugar precioso, con una escalinata que sube hasta ‘La Casa de la Música’ y con unas palmeras altísimas. En el horizonte se ve la Sierra de Escambray y las nubes descendiendo por sus montañas como si de una riada se tratase. Precioso panorama.
Mientras yo charlo largo y tendido con un campesino de 63 años que me cuenta su opinión acerca del Gobierno y cómo vivió la Revolución a finales de los ‘50, a Paula le asedian los jineteros. Seguimos andando hasta “La Canchachara” y allí tomamos la bebida de mismo nombre, exclusiva de Trinidad; aguardiente, limón, miel y algo más especialmente rico. La música en directo está presente en el 90% de locales cubanos y se agradece mucho.
Volvemos a casa para descansar un rato y salir ya de noche. Antes de echarnos a la calle, nos enteramos de que tras más de cuatro meses, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro, ha aparecido en televisión. Le vemos un rato y comentamos algunas cosas al respecto con Otto y Noemí. Cenamos algo digno de olvidar y nos dirigimos a ‘La Casa de la Música’, donde hay una buena juerga montada en la escalinata. Una banda de músicos está tocando salsa y la gente baila y toma ron. Buen ambiente. Estamos un buen rato hasta que decidimos irnos a casa a tomar la última y dormir.


Tema de hoy: Sistema económico y monetario
En Cuba conviven tres monedas desde finales de los ‘90: el peso cubano o moneda nacional, el peso convertible-CUC o dólar cubano y el dólar norteamericano.
El peso cubano es una moneda que se usa muy poco, sólo la aceptan en los mercados agropecuarios y en algunos restaurantes y locales de carretera. Es una moneda débil con un valor que roza lo irrisorio, sin embargo, gran parte del pueblo (especialmente los campesinos), recibe el sueldo en esa divisa.
El peso convertible es un arrebato del Gobierno para penalizar el uso de dólares norteamericanos y tocar las narices al imperio de George W. Bush. El peso convertible, también llamado CUC tiene el mismo valor que el dólar americano; y según cotice éste, ése será el valor que tendrá el CUC. Sin embargo, a la hora de ir a cambiar billetes americanos por cubanos, existe una penalización del 10%, de modo que si cambias $100, obtienes 90 CUC. Es una forma de tocar las pelotas al imperio. Lo mejor es llevar el dinero en Euros o Libras Esterlinas, pues sale bien al cambio.
El dólar americano no circula oficialmente pero se utiliza para comprar material técnico o de mecánica (como piezas de recambio para coches), el cual sólo se puede comprar con esa divisa.
Por lo general los cubanos también usan los CUC, y la moneda nacional es algo secundario.
Teniendo en cuenta que en Cuba funciona el sistema de repartición de racionamiento para los alimentos, que la educación y la sanidad están cubiertas prácticamente al 100% y que no se trata de una sociedad de consumo, esto implica que el flujo monetario entre el pueblo cubano sea muy limitado, de modo que el turista es quien mueve el dinero en mayor medida.
Dejando de lado el bloqueo que sufre, es posible que una de las principales causas de debilidad económica de Cuba sea el hecho de que en el país convivan tres monedas a la vez y que la repartición sea tan desigual.
Como dato anecdótico, os cuento que siempre hay que repasar la cuenta y preguntar precios antes de pagar o pedir. Es una práctica habitual timar a la gente (sean cubanos o no) para obtener un extra con el que quedarse.

Mañana más. Espero estar entreteniéndoos.

PAZ

viernes, 12 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 3 Y 4


-Martes 18 de septiembre de 2007. Día 3 del viaje: La Habana-Cienfuegos-Playa Girón

Nos levantamos a las 6:30 y nos vamos hasta el Capitolio con la mochila a las espaldas. Allí cogemos un taxi que nos lleva por tres dólares hasta la estación de autobuses. Aún no son las ocho de la mañana, pero todo el mundo está ya en marcha, parece hora punta. El sol está alto y brilla dando calor, hoy será otro día sofocante.
Tras comprar algún –llamémosle, por ejemplo- bocata, y agua para el viaje, nos montamos en el autobús dirección sureste; Cienfuegos. Salimos a las 8:15.
El bus es cómodo, con aire acondicionado y asientos reclinables. Creo que sólo hay un cubano entre todos nosotros. Viajamos por una autopista un tanto extraña; no hay línea alguna pintada que separe los carriles ni los límites laterales, y se ven pocas señales.
Al llegar a Cienfuegos (13:15), cuando todavía no hemos pisado el suelo, mientras bajamos las escaleras del autobús, hay más de cinco personas extendiendo tarjetas en sus manos hacia nosotros. Ofrecen alojamiento, restaurantes, taxis, y demás. Es increíble. Educadamente pides que te dejen estirar las piernas y coger el equipaje, que tú también respiras y necesitas aire.
Tras decir a todo el mundo que no queremos nada, cogemos un taxi hasta el lugar de alquiler de coches más cercano. Allí esperamos a que vuelvan del almuerzo los empleados, y finalmente conseguimos alquilar un ‘Hyunday Atos’ rojo que nos llevará por los rincones más sensacionales que jamás hayamos pensado.
De Cienfuegos viajamos hacia el oeste, hasta Playa Girón, en Bahía de Cochinos, donde los cubanos exiliados y apoyados por Estados Unidos intentaron comenzar una rebelión contra el gobierno de Fidel y los socialistas.
El camino hasta allí es una carretera llena de socavones con una vegetación frondosa y terreno llano. Pasamos por algunas pequeñas localidades y Yaguaramas llama la atención por su extrema pobreza. Pasar por allí, aunque sea en el coche más pequeño y antiguo de los que se alquilan, es como ir con un gueto blaster con los Sepultura a todo volumen en la Procesión del Silencio de Granada. Todo el mundo nos mira, nos observa. Sin embargo al parar en un cruce para preguntar si vamos en la correcta dirección, nos atienden amablemente.
Con el corazón algo encogido y muy a nuestro pesar, seguimos camino. Después de mucho viajar a lo largo y ancho de la isla, Yaguaramas es el lugar con mayor nivel de pobreza que habremos visto.
Durante el trayecto hasta Playa Girón se nos cruzan un montón de cangrejos enormes y algunas vacas o caballos despistados.
Cuando llegamos son casi las 16:00, y tras dar alguna vuelta acabamos en casa de Vicenta, una señora mayor muy acogedora y cariñosa que tiene una casa con un encanto especial. En todas las casas particulares te ofrecen comer o cenar con ellos, pagando a parte, y la oferta de Vicenta nos tienta, pues su prima Flora es una cocinera sensacional y decidimos que a las nueve iremos a cenar a casa.
Aprovechamos la tarde y tras picar algo en un chiringo, vamos a la playa. El agua es cristalina y no está demasiado fría. Hay poca gente y se está tranquilo y relajado. Vemos una de las puestas de sol más bonitas; el sol rojo, brillante y entero, es engullido por el mar en el horizonte.


A las nueve cenamos en casa de Vicenta. Flora ha preparado sopa, ensalada de aguacate, papas fritas, arroz, pescado a la plancha y pollo guisado. Probablemente sea la mejor comida de todo el viaje. Como se suele decir: “en ningún lugar como en casa”.
Cansados tras un duro día, nos vamos a dormir sobre las 23:45.

-Miércoles 19 de septiembre de 2007. Día 4 del viaje: Playa Girón

Nos despertamos pronto y a las 9:30 ya estamos en la playa. Sólo hay una persona. El agua está espectacular y hace un día espléndido.
Sobre las 12:00 cogemos el coche por la carretera que va por la costa rumbo norte hasta Playa Larga. A medida que vamos avanzando podemos observar como nos adentramos en la bahía y la belleza del paisaje. Las aguas son cada vez más limpias y la gama de colores es alegre y atractiva. Llegamos a Playa Larga y no nos gusta tanto como Playa Girón, de modo que después de almorzar decidimos volver al lugar desde donde partimos. En el trayecto paramos a bañarnos en un lugar llamado ‘el estanque de los peces’ el cual tiene unas aguas preciosas y es un sitio donde hay gente haciendo submarinismo y buceo con snorkel.
Seguimos camino hasta Girón, y allí decidimos decirle a Vicenta que nos quedamos una noche más. Ella está encantada con nosotros, así que todos contentos.
Tras comer algo y tomarnos un ron, decidimos ir a Caleta Buena, a ocho kilómetros al este. Allí hay una caleta protegida por la costa que es un lugar idóneo para hacer submarinismo. Ni Paula ni yo nos hemos metido bajo el agua con una botella de aire en la espalda jamás, sin embargo hoy nos atrevemos a ello. Michael, el instructor, es un chaval de 24 años que lleva haciendo esto desde los 12, así que nos sentamos a que nos enseñe todos y cada uno de los elementos del submarinista, cómo usarlos, cómo comunicarse bajo el agua, y todo lo que vamos a ir sintiendo y lo que vamos a ir haciendo. Parece todo en regla y lo tenemos todo claro, así que nos echamos al agua. Tras diez minutos de adaptación al medio, comenzamos el recorrido. El fondo de la caleta tiene entre seis y nueve metros de profundidad, y observamos la fauna y flora marina con asombro y enorme admiración. Tras casi 40 minutos bajo el agua volvemos al lugar del principio y salimos a la superfície. Michael nos ha enseñado un montón de cosas y hemos visto bancos de peces, erizos de mar, peces enormes, peces preciosos, y mucha vegetación.
Volvemos a Girón y tras darle unas clases de conducir a Paula, vamos a casa. Extenuados tras tanto tiempo en y bajo el agua, nos quedamos dormidos sin acordarnos de cenar.


Tema de hoy: Socialismo o muerte
Las calles y carreteras de Cuba están llenas de propaganda que rezan consignas a favor de la Revolución y el socialismo. Sin embargo, cuando estás allí piensas si realmente lo que estás viendo es un sistema socialista o ha ocurrido igual que en la URSS, donde una serie de cuadros internos hicieron que aquello se convirtiera en un capitalismo de estado. Lo que leíste acerca del comunismo y lo que piensas, dista, en cierto modo, de todo lo que ves a lo largo y ancho del país. Es emocionante estar en un lugar donde el pueblo luchó por derrocar al tirano, por su soberanía y por un sistema justo para el pueblo. Pero hoy en día, en Cuba, los campesinos y la clase trabajadora (la única que hay a parte de la político-militar) están descontentos. Por eso, no digo que sea necesario un cambio drástico que substituya el sistema, pero sí que se lleve a la práctica el socialismo democrático para que el pueblo elija libremente su futuro, algo que está lejos de ser realidad con el Gobierno actual. La sucesión de Fidel Castro debería haberse producido hace ya décadas, y eso ha perjudicado mucho al país; tanto a su pueblo como a él mismo, pues quien podría haber quedado como un héroe revolucionario y un ejemplo para la comunidad internacional, está considerado un dictador por algunos (aunque yo no comparta esa opinión, pero pueda llegar a entenderla).
El socialismo cubano necesita evolucionar y mudar la piel para entrar en una dinámica de mayor justicia social y para que la gente que no conoce otra cosa que el sistema actual pueda elegir libremente una alternativa si así lo desea. Porque no puede ser que los cubanos no puedan viajar por el mundo, ni que existán presos de opinión o políticos (aunque de eso también tenemos en el resto del mundo), ni que la gente tenga miedo a expresar su opinión por miedo a represión, ni que el estado reparta las riquezas de un modo ciertamente dudoso.
Es una lástima ver cómo para el turista todo funciona a golpe de dólar, y sólo puede evitar eso yendo a lugares donde no hay ningún atractivo más que el de la investigación socio-política. Es más, algunos de los lugares destinados a turistas están prohibidos para cubanos, igual que ocurría en la época de Batista.
Por otro lado, tampoco hay que olvidar que sufren un bloqueo económico por parte de Estados Unidos y que eso repercute en las relaciones políticas internacionales de Cuba. Dicho bloqueo es uno de los grandes responsables de la situación del país, pero no hasta el punto en que les intentan hacer creer al pueblo. Tampoco hemos de olvidarnos de los logros de la Revolución, pues es algo único y admirable el hecho de que en Cuba no existe el racismo, ni el analfabetismo, porque todo el mundo está obligado a obtener un nivel de educación superior. Y porque es muy chocante ver como las razas blanca, negra e indígena son exactamente iguales en todos los aspectos para la población. En ese sentido es una lección que el resto del mundo debemos aprender y que los críticos anti-castristas deben valorar.
También hay que remarcar que el Gobierno cubano mantiene una extensa red de ayuda médica y logística por todo el planeta, lo cual es digno de elogio y ejemplar para otras naciones. Tienen muy arraigada la idea de la solidaridad internacional, lo cual es algo fenomenal, pero no les vendría mal que algunos de esos voluntarios desarrollasen sus labores en su propio país; Cuba. Porque lo necesitan.
Personalmente, pienso que nos llevan mucha ventaja en un montón de cosas, sobre todo en los aspectos humanos y sociales, y que nuestra perspectiva materialista nos hace creer que aquello es una dictadura porque no pueden comprar a discreción y por que creemos que en Occidente tenemos libertad de expresión. Cuando en realidad nosotros también estamos sesgados y controlados; no nos podemos reír libremente de la monarquía, se ilegalizan partidos políticos que representan a un gran número de población y un montón de videocámaras y ordenadores nos controlan cada acción y movimiento. Pienso que si se solucionasen una serie de problemas (muy importantes) y el bloqueo desapareciese, aquello sería la utopía hecha realidad, como debió de ser en los primeros 15 o 20 años de la Revolución. Y a Fidel le admiro y le tengo una especial estima, aunque desde hace años creo que se le ha ido la pelota. Como decía un grupo de rap, "¿Fidel Castro? ¿Con el Papa?, por mi madre que yo no entiendo nada."
Conclusión: las cosas no están bien, pero no creo que Occidente seamos los adecuados para llegar y decir lo que hay que hacer a partir de ahora, ni criticar gratuítamente. Y que aquello tiene solución y se puede redirigir, aunque haya que cortar unos cuantos problemas de raíz.

PAZ

miércoles, 10 de octubre de 2007

CUBA: DIARIO DE VIAJE. DÍAS 1 Y 2

De vuelta a Britsol desde hace unos días, me dispongo a dedicar varias entradas del blog sobre el viaje a Cuba. Concretamente, serán siete días seguidos en los que contaré dos días de viaje por entrada, excepto la última, en la que habrá tres días. Además, cada día habrá un tema de reflexión, curiosidad o elemento anecdótico relacionado con las vivencias del viaje.
Antes de empezar, deciros que en Bristol todo está en su sitio y que empieza a hacer algo de frío y a caer la lluvia inglesa. Yo he vuelto al curro y Paula anda buscando algo fijo y definitivo después de haber currado un montón con la agencia las semanas antes de irnos de viaje. En el restaurante hay muchas caras nuevas entre los empleados. Los tres musulmanes, con el tema del Ramadán, andan algo cansados mientras hay luz, pero en cuanto se pone el sol ellos se ponen las botas a comer y beber. Hay bastante trabajo, pero se lleva bien.
Las clases de inglés empiezan este mismo miércoles, y la verdad es que tenemos muchas ganas. Tanto por aprender como por conocer a gente que esté en nuestra misma situación y hacer colegas en la ciudad.
El domingo estuvo Manu Chao y su banda 'Radio Bemba Sound System' en la Carling Bristol Academy y, a pesar de que las entradas estaban agotadas desde hace semanas y de que en la puerta del concierto había un montón de gente en la misma situación que nosotros, un servidor, que es un perro viejo en esto de ir a conciertos sin entrada, consiguió dos tickets para Paula y para mí en menos de una hora. Disfrutamos el concierto un montón, así que al final se quedó una buena noche, teniendo en cuenta que los Pumas argentinos están en semifinales del mundial de Rugby.

Por último y antes de empezar, quiero mandar un saludo a mi amigo Óscar quien, tras dos años en Londres, ha vuelto a Madrid a enfrentarse a nuevas realidades, retos, y a continuar el viaje. Mucho ánimo y un gran ¡hurra! por él ya que una vez más ha decidido arriesgar por algo distinto.

Ahora sí, os llevo de viaje por Cuba.

-Domingo 16 de septiembre de 2007. Día 1 del viaje: Londres-París-La Habana

Nos dormimos a las 2:00 de la madrugada ultimando los preparativos y cerciorándonos de la forma de llegar al aeropuerto de Heathrow (Londres) un domingo por la mañana. Lamentablemente el metro no funciona hasta las siete y tendremos que coger un par de autobuses (que al final serán tres), para llegar allí.
A las 5:00 de la madrugada suena el despertador. Ducha y a la calle. A las 7:30 estamos en el aeropuerto.
A las 9:15 despegamos de Londres en dirección a París (aeropuerto de Charles De Gaulle), aterrizamos a las 11.30.
El vuelo a La Habana está previsto para las 13:50 pero salimos con más de una hora de retraso. Nos esperan nueve horas de vuelo llenas de ilusión, cansancio y comida pasable. Proyectan Mr.Bean 2 (cuando era pequeño jamás me dí cuenta de lo malo que es este tío) y Spiderman 3 (la película más mala de la historia). Es curioso ver las películas de habla inglesa dobladas al castellano con acento sudamericano.
17:35. Llegamos puntuales a La Habana. Pasamos el control de pasaportes y visados y aún tenemos que pasar otro de seguridad en el que todo a todo el mundo le pita la puerta del detector de metales. Esperando las maletas se puede fumar y se nota el calor y la pachorra caribeña; tardan un montón.
Salimos y ya comienza el acoso al turista del cual no nos libraremos hasta dentro de dos semanas, cuando nos vayamos.
Obviamente necesitamos un taxi, pero antes tenemos que cambiar dinero, sin embargo el tipo al que le hemos dicho que sí, que cogíamos su taxi, no nos pierde de vista y en cuanto terminamos con lo del dinero nos lleva al taxi.
El trayecto hasta la casa particular en la que nos vamos a alojar es impresionante. Por nuestra mente pasan un montón de cosas y nos advertimos mutua y constantemente con un “¡mira!” que muestra nuestra sorpresa por tantas cosas distintas; los coches, las viviendas, la gente, la vegetación, los carteles de propaganda… Piensas en que estás en El Caribe, en otro mundo donde las cosas son completamente distintas a como las habías visto hasta el momento y en un país con un sistema socialista que además sufre un bloqueo por parte de la mayor potencia mundial; Estados Unidos. Y todo eso te da bofetadas en la mente a cada metro que avanza el taxi.
El sistema de alojamiento de 'casas particulares' es legal en Cuba desde hace unos años. Se trata de casas que tienen licencia para arrendar a turistas que no tienen tanto dinero como para ir a un hotel, o que quieren acercarse a la vida cubana de un modo más natural e interactivo. Nuestra ‘casa particular’ está en el barrio de Habana Vieja. La primera sensación es la de que estamos en un gueto. Ríete tú del Bronx. La gente está en la calle, jugando al dominó, al fútbol, con los bafles enfocados a la calle y reventando el reggaeton, la salsa y el mambo. Sin embargo se ve seguro, no tienes la sensación de estar en un lugar peligroso. Hace un calor al que nos costará acostumbrarnos.


La casa de Maritza y Ramón es una casa colonial azul, en el número 115 de la calle Luz, con un salón enorme y un patio fresco, somos bien recibidos.
Tras dejar las cosas y charlar un rato con los dueños, nos vamos a cenar y a dar una vuelta. La Plaza Vieja está a dos minutos de casa y allí hay un lugar donde fabrican la cerveza de modo casero. Nos sentamos y disfrutamos de las cañas y de los tríos o quintetos de salsa que van tocando cada veinte minutos. Cenamos camarones y pollo, cae el primer mojito.


Damos una vuelta que nos lleva hasta El Malecón, donde hay un montón de gente sentada y disfrutando de la noche. Allí hablamos con un chico llamado Jesús quien, junto a su mujer, nos hace un montón de preguntas y nos propone bebernos una botella de ron en ‘el sofá de La Habana' (así llaman ellos al Malecón). La propuesta es tentadora y Jesús parece majo, pero sufrimos jet lag y estamos reventados.
A las 22:00 estamos dispuestos a dormir.

-Lunes 17 de septiembre de 2007. Día 2 del viaje: La Habana (Playas del Este)

Nos levantamos a las 8:00 dispuestos a patear la ciudad. Podemos observar el barrio y su vida diaria. Las calles están mojadas por el agua que echa la gente de sus casas para limpiar las aceras y ahuyentar los malos olores, la calzada llena de socavones hace que los pocos coches que circulan por ella vayan a 10km por hora y haciendo eses. Mucha gente arriba y abajo y algunos niños con el clásico uniforme cubano que llegan tarde al colegio.
Iniciamos un paseo que nos llevará hasta el Capitolio, copia exacta del de Washington, aunque unos centímetros más grande. Al reemprender el camino sufrimos el primer (y último) engaño por parte de los jineteros. Al darnos cuenta, indignados, caminaremos con pies de plomo durante todo el viaje en referencia a este tema.
Seguimos caminando hasta llegar al Malecón y lo recorremos durante un buen rato. Una vez llegados al Castillo de la Real Fuerza, nos sentamos a definir alguno de los detalles de lo que será nuestro viaje por la isla que comienza mañana mismo. Decidimos ir directamente a Cienfuegos, de modo que nos acercamos hasta la estación de autobuses, la cual está a una hora de paseo bajo un sol abrasador y con una humedad del 90%. Sofocante.


Una vez comprados los billetes nos vamos, esta vez en taxi, hasta el barrio. Los taxis más baratos son los Lada, famosa marca de coches soviética que en tiempos de la URSS vendió muchos ejemplares a Cuba.
Ya en casa decidimos ir a las Playas del Este. Para ello hay que coger un autobús que cuesta 40 céntimos de peso cubano, lo cual es algo irrisorio. El bus debe de tener 40 años, es lento y va repleto de gente hasta el punto de que hasta los propios cubanos (habituados a desplazarse en esas condiciones), se quejan. Los únicos no cubanos somos nosotros dos.
La tarde pasa tranquila entre agua esmeralda, arena fina y palmeras con cocos. Comemos algo en un chiringuito de la playa y antes de anochecer volvemos a casa. Al día siguiente nos tenemos que levantar muy pronto para ir hacia Cienfuegos, de modo que una vez en casa damos una pequeña vuelta para cenar algo digno de olvidar e irnos a dormir sobre las 24:00.

Tema de hoy: Jineteros
Dícese del cubano que se monta en la chepa de los turistas como si de caballos se tratase. Su trabajo es vivir del turista de un modo que llegue a ser aceptado por el propio extranjero. Tienen una técnica depurada que consiste en preguntarte de dónde eres, si tienes hora o fuego, o que si te gusta el rap, si tu apariencia da pie a ello. Siempre saben algo de todo, lo suficiente para que la conversación siga su curso. De ahí, pasan a ofrecerte puros habanos, o acompañarte a los lugares más underground de la ciudad, o a un festival de música cubana que empieza “ahora mismo” y que tras tomar un mojito con ellos (que por supuesto pagas), “no empieza hasta las cuatro”. Así funciona. En otros lugares no dan tanto rodeo y te ofrecen las cosas a grito pelao. Es la forma que tienen ellos de conseguir algo extra, es su trabajo. Como he dicho antes, la primera vez caes, pero es la última, y un “no necesitamos nada, gracias” en cuanto te preguntan de dónde eres, resulta tajante. Te dejan en paz y van a por otros. El problema que esto tiene es que cada vez que un cubano va a hablar contigo piensas que es un jinetero. Sin embargo no es así. Muchos de ellos sólo quieren hablar contigo un rato, intercambiar opiniones y experiencias y eso es sensacional. Pero claro, tú no lo sabes e intentas quitártelo de encima, y es posible que ese cubano humilde se ofenda por tu reacción cortante.
Incluso los propios jineteros pueden servir de ayuda, y una buena forma de evitarlos es ir siempre con uno, ya que los demás saben que tú no eres ‘su negocio’ si no el de quien te acompaña. Aunque nosotros no hicimos nunca eso.
También hay otro tipo de jineteros los cuales son menos honrados y se hacen pasar por pobres. Te piden jabón, perfume, maquillaje, ropa y cualquier otra cosa. Dicen que piden porque lo necesitan, sin embargo los propios cubanos te advierten de que mienten y que piden para hacer negocio. Es otro modo de conseguir lo mismo, pero es algo más feo. Lo que está claro es que según parece no tienen carencia de todo lo que piden, si no que lo piden para revenderlo y conseguir ese extra que todos buscan.
En resumen; son un coñazo, pueden llegar a desesperar, pero pensándolo fríamente, sabes que es algo normal y que es su modo de salir adelante, porque con un trabajo de médico o cocinero no se llega a fin de mes.

Hasta aquí por hoy, mañana dos días y una reflexión más.

PAZ