jueves, 28 de febrero de 2008

“TARJETA DE EMBARQUE A LA CIUDAD PROHIBIDA”


Horas antes de volar a Madrid he sentido la obligación de contaros algunas novedades de mi vida en Bristol.
Para empezar; ayer dejé el trabajo. Les había avisado hace más de un mes, de modo que todo estaba bajo control. Al ser mi último día me dijeron muchas cosas buenas que agradecí profundamente pues sé que eran palabras sinceras, me dejaron comer hamburguesa de jabalí (está buenísmima) y me regalaron una botella de vino francés.
Así cierro una etapa, la cual espero que sea de modo definitivo. La etapa de las hamburguesas, el trabajo agotador y el estar explotado sin recibir ningún estímulo. También saco buenas experiencias y lecciones de mi estancia en el restaurante, no solo culinarias, sino humanas. El convivir con otras culturas, otros lenguajes, otras razas y el tener que comunicarme en un idioma que es difícil para mí y para casi todos los compañeros de trabajo, da tablas. Pero sobre todo, te abre la mente y te da la oportunidad de hacer realidad algunos de tus pensamientos e ideas. Como la solidaridad, el rechazo activo contra el racismo y la xenofobia, el apoyo mutuo entre los trabajadores ante los jefes y la cooperación dinámica. Puedes poner en práctica ese “piensa global, actúa local” que tan acertado te parece. Te da la oportunidad de conocer cómo ven el mundo otras personas de distinta religión o lugar de procedencia. Y con el tiempo les conoces; sabes cómo visten, qué música escuchan, cuál es su plato favorito, cuándo están bien y cuándo no. Al final es una pequeña familia de la cual tú también formas parte y, aunque sea poca, te da algo de pena dejarla. Y a ellos les da pena que te marches. Aunque a pesar de todo sabes que tu futuro no puede estancarse y tienes que avanzar.
Por otro lado, las últimas visitas a Londres han sido fructíferas y he sacado algún trabajillo que me ha servido para poner en práctica mi profesión de periodista, próximamente podréis ver los resultados on-line. Ya avisaré.
Lo siguiente no sé lo que será, pero mis ambiciones son mayores y aspiro a algo más que a ser un ayudante de cocina. Tengo metas, sueños, ganas e ilusión por hacer, de modo que surgirá pronto algún proyecto interesante. En cualquier caso y por todo lo vivido hasta el momento, gracias Bristol.
Ahora tengo una semana y media de vacaciones en Madrid y Figueres y después estudiaré el inglés con una dedicación prácticamente absoluta.
En cuanto a Paula, está trabajando desde principios de enero en un coffee shop al lado de casa y le va bien, está contenta y también tiene su pequeño mundo en su lugar de trabajo. Conociendo la vida del barrio, los detalles, la gente, el ir y venir de cada uno.

La foto de hoy es para La Zona Cero, Ciudad de Nueva York. En abril tendré la oportunidad de ir por cuarta vez, en esta ocasión junto a Paula.
También tengo una canción para hoy, por la rabia que me causó ser rechazado para un puesto de trabajo en Inglaterra. ‘Paper planes’ de M.I.A. tiene un sampleo de los Clash que suena sensacional. Joe Strummer decía aquello de ‘go straight to hell boys’ y M.I.A. propone un atraco masivo a todas las empresas multinacionales; “All I wanna do is (4 gunshots),
and a (clic ching),
and take your money.” Pues eso, dedicado a todas las corporaciones que exprimen el mundo y que tanto hablan del Dios Mercado. Aunque antes que M.I.A. ya lo decía Kapuscinski.

“Ahora que todos somos viajeros, si no es en patera, tú eliges: business class or tourist class.” ¿es esa la única lucha de clases que nos queda? Aunque muchos de nosotros viajemos en compañías de bajo coste…

El viaje continúa…
…la lucha continúa.

PAZ