sábado, 15 de septiembre de 2007

EL VIAJE A CUBA E HISTORIAS Y REFLEXIONES DE ÚLTIMA HORA


Antes de empezar quiero disculparme, por que prometí dos nuevas entradas para antes del viaje y sólo hay una, como podéis observar. Esto es debido a la falta de tiempo, y a un poco de vaguería, para qué engañaros. La verdad es que para llevaros de paseo por el barrio se necesita inspiración, y coincide que los días que he tenido tiempo para salir a observar y anotar todo lo que veía en el barrio, han sido de esos en los que no te llevas muy bien con tu cabeza. Que no era el momento, vaya. De todos modos, ésa entrada queda pendiente, y en cuanto vuelva de Cuba y le dedique al menos una entrada al viaje, me pondré con ello. 
Ahora sí, comienzo:

Mañana emprendemos el viaje a Cuba, desde Londres (Heathrow) tomaremos un vuelo a París, y de allí tomaremos otro directamente hasta La Habana (Aeropuerto de José Martí). Llegaremos sobre las 17.30 hora local, de modo que podremos aprovechar la primera noche habanera.
El día siguiente también lo pasaremos en la capital, y ya el martes 18 nos dirigiremos a Bahía de Cochinos donde iremos desde Playa Larga a Playa Girón, parando en el estanque de los peces. Si conseguimos hacer todo esto en un día (cosa difícil), al día siguiente iremos a Cienfuegos, cuyo nombre se debe al guerrillero desaparecido en extraño un accidente de avión (¿estará la CIA y el FBI detrás de todo ello?). Allí podremos disfrutar de la música en directo y la vida nocturna. Después iremos a Rancho Luna; playas tranquilas y aguas caribeñas. De allí nos dirigiremos a Trinidad, ciudad colonial por excelencia.
Para el día 20 tenemos previsto ir de Trinidad a Santa Clara, ciudad donde se encuentra el mausoleo del Che Guevara y donde el guerrillero consiguió ganar una batalla clave para la Revolución. Arriba, la foto de Alberto Korda.
Después de estar allí un día o dos (dependiendo del ritmo en el que hagamos las anteriores paradas programadas), iremos hacia Santiago de Cuba. Una vez allí visitaremos la ciudad y haremos excursiones por la zona. Uno de los más deseados es ir a Guantánamo, y acercarnos, hasta donde se pueda, a la base norteamericana donde tienen a los presos sospechosos de terrorismo islámico, a los que se tortura y condena sin juicio.
De Guantánamo se puede ir directamente, y en el mismo día, hasta Baracoa, sitio del cual dicen es el más bello de toda Cuba. Quizás ese mismo día subamos hasta Guardalavaca, dependiendo del transporte y del tiempo que tengamos, pero haremos todo lo posible por ir, pues dicen que es otro lugar precioso.
Al día siguiente nos quedaremos tranquilamente en Santiago, para volver (en avión) a La Habana ya el jueves 27. Desde entonces hasta el 30 de septiembre nos quedaremos en la capital.
Para que os hagáis una idea, aquí debajo os pongo un mapa con el itinerario en rojo. Sólo tenéis que seguir el sentido de las flechas para entenderlo.


El viaje pinta interesante, sobre todo teniendo en cuenta que vamos a ir con la mochila a cuestas y vamos a viajar de un modo totalmente independiente, sin hoteles de pulserita ni nada de eso. Vamos a la Cuba profunda, a intentar evitar los lugares masivos donde los turistas son llevados por zonas donde el propio cubano no tiene acceso. Queremos escapar de los “parques temáticos” y conocer la Cuba de Fidel y el Che, la realidad de lo que es hoy una revolución socialista que culminó en 1959 y que hoy en día se sostiene a pesar de todo.
Porque es el momento. Antes de que a los carteles rojos con la cara del Che les añadan un ‘Beba Coca-Cola’, y antes de que los de ‘Señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo’ sean substituidos por anuncios que sólo nos llevan al consumo estúpido y al materialismo exacerbado.
Sí. Es el momento de ir y ver la realidad, empaparse de ella y analizarla. Pero para todo esto tendréis que esperar a la vuelta, a que os cuente la aventura.

Fruto de nuestra independencia y de no haber contratado ninguna agencia de viajes, no teníamos a nadie que nos gestionara el visado para entrar en el país. De modo que tuve que hacerme un viaje express a Londres e ir al consulado cubano para solicitar los visados de Paula y mío. Una vez más, Óscar me dio cobijo, aunque en esta ocasión sólo fue necesario durante una noche. Como él trabajaba en el pub, estuve con él tomando algunas cervezas y de charla hasta que cerraron. De nuevo lo pasé en grande, y espero que estos encuentros se repitan. De hecho hoy mismo he estado con él y ha vuelto a ser un encuentro apasionante y lleno de ideas a la espera de ejecución. Entre una cosa y otra, esa noche sólo dormí tres horas, ya que me tuve que levantar muy pronto para estar a primera hora en el consulado. Una vez hice las gestiones burocráticas, tuve toda la mañana libre para deambular por la ciudad. El British Museum está a dos minutos del consulado cubano, de modo que aproveché para ir y ver un poco de historia. La palma se la lleva la piedra Roseta, elemento fundamental para el conocimiento humano y la comunicación.
Después de pasear durante dos largas horas por las grandes galerías del museo, me paré a desayunar y me dí un paseo que me llevó desde High Holborn hasta Victoria Sation, cruzando el Támesis dos veces y pasando por el London Eye, las Casas del Parlamento y el Big Ben, St. James’s Park, y el Buckingham Palace. Una vez en frente de la casa de la reina, me vino a la cabeza aquella canción de La Polla Records que dice “un rey no es rey por voluntad divina, si no por que sus antepasados se lo montaron divinamente.”

Ya en Bristol, los últimos días han sido de exclusiva preparación del viaje; últimas compras y adquisición de complementos que nos servirán de ayuda. Otra de las cosas que me mantienen distraído, como ya comunicó mi hermano en su propio blog, es el comienzo del mundial de Rugby. Aquí del Eurobasket (muy a mi pesar) no se sabe nada, pero el mundial de Rugby es un acontecimiento seguido a modo de segundo deporte tras el fútbol. Y yo, como aficionado que soy, pues me estoy tragando todos los partidos, disfrutándolos junto a Martin, mi compañero de piso. Yo quiero que gane Argentina, y si no los All Blacks, que desde el ‘87 ya les toca, y él, obviamente, anima a Inglaterra, los vigentes campeones. Aunque lo lleva claro. Para cuando vuelva de Cuba serán las semis y la final, así que lo disfrutaré con ganas.

En cuanto a lo de las clases de inglés, finalmente nos hemos apuntado y empezamos en octubre. Cinco horas a las semana repartidas en dos días, con idea de hacer el examen del First Certificate en junio de 2008.

Por lo que respecta a mis dolencias debidas a la caída en bici, ya estoy mucho mejor y para cuando vuelva del viaje me podré reincorporar al trabajo. El jueves estuve en el médico y me dio dos semanas más de baja.

El pasado martes 11 de septiembre, colgué la Estelada en la ventana de nuestra habitación. Aquí podéis ver una foto que lo demuestra, y de paso os presento la casa donde vivimos. Paula está sentada en la especie de balconcillo que tenemos en la ventana.


Aunque también me hubiese gustado colgar la bandera de Estados Unidos y la Chilena. Pero pensándolo mejor, quizás todos los días deberíamos colgar banderas desde nuestros balcones. Aunque creo que habría que colgar demasiadas banderas. Y tampoco creo que sirva de mucho colgar banderas, o por lo menos no evitará que en los años venideros tengamos que añadir otras muchas a nuestros balcones.

Esa misma noche vi el documental ‘La Espalda del mundo’, dirigido por Javier Corchera y con guión de Fernando León, Elías Querejeta y del propio director. Hacía años que tenía la intención de verlo, y nunca tuve la oportunidad.

Se divide en tres casos de personas que se encuentran en situaciones en las que tienen que vivir con un sufrimiento. Un pesar que para ellos se convierte en angustia, impotencia, injusticia, la verdad es que no sé cómo llamar por lo que esas personas tienen que pasar. Hoy no quiero hacer comentarios al respecto, sólo recomendar la visualización del documental y que cada uno saque sus propias reflexiones.

La última recomendación es el espeluznante disco “Living with war”, de Neil Young. Nada más, os dejo que mañana me voy a Cuba.

PAZ

lunes, 3 de septiembre de 2007

I'M BACK


Mucho tiempo ha pasado desde mi última entrada de capítulos “Bristolianos” y, en consecuencia, muchas cosas han pasado. Por ello, y antes de emprender el viaje a Cuba el próximo 15 de septiembre, tenía pendiente actualizar para contar todo lo acontecido durante este tiempo.
En la última entrada os hablaba de que andábamos buscando nueva casa y ahora ya hace casi un mes desde que nos mudamos. Aunque por un motivo u otro la estamos disfrutando desde hace bien poco.
Tras elegir una entre varias casas, optamos por la mejor teniendo en cuenta la relación calidad precio y situación geográfica dentro de la ciudad. Finalmente nos decidimos por una casa en el barrio de St. Andrews, lindante con el barrio de Montpellier y cerca de St. Pauls, el barrio afro-caribeño. Si en la primera casa estábamos al sur de la ciudad, ahora estamos al norte. La zona es especialmente atractiva; si el barrio donde estaba la casa anterior nos gustaba, este es infinitamente mejor. Es puro barrio; autenticidad y cotidianeidad. Os prometo que la semana que viene os llevaré a dar una vuelta junto a mí.
La casa es un adosado de estilo victoriano situado en una pequeña y tranquila calle a cincuenta metros de la calle principal del barrio, la cual lleva hasta el centro de la ciudad. Consta de dos pisos, cinco habitaciones, un baño, un servicio, cocina, comedor, salón y jardín. En la casa vivimos seis personas; tres ingleses, un galés y Paula y yo. Por el momento la relación con ellos es buena y uno de ellos es especialmente atento, y eso se agradece mucho. Sin embargo, dada la mala experiencia anterior, no queremos hacernos ilusiones con nadie, porque luego acabar mal es costoso e incómodo en todos los aspectos.
La fecha de salida de la otra casa fue el 1 de agosto, pero la de entrada a esta fue el 9, de modo que hubo nueve días en los que tuvimos que buscarnos la vida de algún modo. Paula se fue a Bath, a casa de Eva, compañera de la universidad y gran amiga suya. Yo me alojé en casa de Michael, compañero de trabajo y jefe de cocina del restaurante en el que trabajo. Su novia, que es española, estuvo esos días en España, de modo que pude vivir en su casa sin ningún problema. El último día le regalé una camiseta molona, y le preparé una tortilla de patatas que me salió especialmente buena, además, la cena constó de jamón y otros embutidos ibéricos, cervezas y helado. La verdad es que me lo pasé muy bien en su casa y la convivencia me sirvió para practicar un montón de inglés en conversaciones interminables e igualmente interesantes. Michael es de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, y es una de las personas más sinceras y honestas que he conocido aquí. Por lo menos eso me ha demostrado.
El día que nos marchamos de la casa de los húngaros alquilamos un coche para hacer la mudanza, ya que algunas de las cosas las dejaríamos en la futura casa, otras se las llevaba Paula a Bath, y otras me las llevaría yo a casa de Michael. Alquilamos un Fiat Punto prácticamente nuevo, con su volante y pedales en el asiento delantero derecho. Conducir por la izquierda de la carretera no es tan difícil, sólo hay que hacer lo que hacen los demás coches. No hay riesgo en las rotondas ni nada de eso, pero muchas veces, a la hora de cambiar de marcha, tu mano derecha choca con la puerta al ir a cambiar instintivamente, sin embargo tienes que usar la izquierda rápidamente para hacer la maniobra. Conduciendo un coche inglés a veces te sientes como cuando aprendías a conducir, porque tenías que mirar la palanca de cambios y te costaba que te entrase alguna marcha a veces. Aunque en este caso tienes la ventaja de saber conducir con facilidad y no te da miedo nada, es más; al rato conduces con la pachorra habitual y te cabreas con los taxistas y ese tipo de cosas comunes del conducir universal.
A eso de la una del mediodía ya habíamos terminado la mudanza, así que aprovechamos para irnos por ahí con el coche a buscar una playa, ya que hacía un día soleado e inusual por estas latitudes.
Bristol está muy cerca de Gales, así que decidimos acercarnos a ver Cardiff, la capital del principado. Para ir de Bristol a Cardiff se conduce por la autopista M4, y se tiene que pasar por un puente parecido al de Vasco de Gama en Lisboa, y aunque este no es ni la mitad de largo ni de espectacular, es sensacional cruzarlo observando el horizonte de agua que se ve a uno de los lados.
Al llegar a Cardif en busca de una playa, nos tuvimos que conformar con dar un paseo por los muelles y comer algo al lado del mar, pues no había playa. Preguntamos y cogimos el coche de nuevo en dirección a Barry Island, a unas veinte millas al sudoeste de Cardiff. Allí sí que había playa y aunque llegamos por la tarde, y a esas horas ya hacía frío para lo que estamos acostumbrados en la península ibérica, la gente se bañaba. Nosotros nos dimos el paseo de rigor por la orilla mojándonos los pies, y después nos tumbamos en la arena. Después de tomar un batido cogimos el coche e hicimos el último trayecto; volvimos hasta Bristol pasándolo de largo y llegando hasta Portishead, un lugar apacible y tranquilo pero de obligada visita para todos los fans del grupo liderado por Beth Gibbons. Después de esa última vuelta, llevé a Paula a Bath y yo me fui a Bristol.
Tras ese día ajetreado vinieron unos cuantos en los que tuve la sensación de que no hacía otra cosa que vivir para trabajar, aunque los frutos monetarios se agradecen, y para entonces ya había reunido el dinero suficiente para comprarme una bici nueva.
Una mountain bike negra, de aluminio, grande, con 21 cambios, a la que añadí manillares de cuerno, y que va de lujo. Me costó ‘un dinero’, teniendo en cuenta que también me gasté bastante en un candado y un cable de acero para evitar que me la roben.
Sin embargo, a la semana de ir en bici al trabajo y por la ciudad, sufrí una caída un tanto aparatosa que por fortuna no tuvo graves consecuencias, aunque si una lesión de la que todavía tengo dolores y molestias. Iba del trabajo a casa por el carril bici, cuando un autobús se dispuso a adelantarme. Asustado por la proximidad a la que estaba ese vehículo tan grande, me puse nervioso y teniendo en cuenta que iba a una velocidad considerable, perdí el control de la bicicleta e instintivamente me tiré hacia la acera. La caída fue aparatosa y me lesioné el codo del brazo izquierdo, las costillas de ese mismo lado, y me magullé el cuerpo con heridas en varias partes, especialmente las manos, rodillas y espalda. Hablando mal y pronto; fue una ostia espectacular. Di un par de vueltas de campana sobre mi propio cuerpo. El conductor del autobús paró y se bajó a ayudarme, y una chica de una tienda también se portó estupendamente conmigo. Por suerte, la bici quedó intacta, pero el reloj al que tanta estima tenía, ya que lo llevaba en mi muñeca desde que aprobé COU y selectividad, quedó prácticamente destrozado, aunque intentaré que me lo arreglen de algún modo. Después de un par de minutos me volví a montar en la bici, puse plato mediano, me dirigí a casa y, luego, a urgencias.
A raíz de la caída y las lesiones, el médico me dio baja, y además tenía una semana de vacaciones programada. De modo que llevo unas tres semanas sin trabajar y viajando o visitando ciertos lugares y personas. En la siguiente entrada lo cuento todo. Es posible que no vuelva a trabajar hasta después de Cuba, aunque todo depende de lo que digan los médicos.

En cuanto al trabajo, hasta el momento de la caída todo estaba marchando estupendamente. Voy aprendiendo cada vez más y varias tardes a la semana me ponía en frente del grill a cocinar. Lo hago bien, y lo único que me falta ahora es acostumbrarme a tener que preparar cincuenta hamburguesas (y no lo digo en sentido figurado) a la vez sin ponerme nervioso o despistarme. Parece sencillo, pero hay que estar al loro de un montón de detallitos, pues unas hamburguesas llevan queso, otras bacon, otras huevo, y las que no llevan nada, el cliente la pide del modo más extraño que os podáis imaginar. Porque aquí los ingleses no tiene ni idea de comer. Piden unas cosas realmente asquerosas. ¿una de ellas? El pan base, mayonesa, hamburguesa de ternera, chorizo, salsa de mango, lechuga-tomate-y-cebolla, y el pan de arriba. Algunos mezclan piña con pimientos y salsa barbacoa y otros remolacha con manteca de cacahuete. Cómo os lo digo, no tienen ni puta idea.
Para mí, lo mejor que hay en el restaurante es un chorizo importado de España que está increíble. Entre las importaciones españolas también se encuentran los pimientos del piquillo, directamente desde Navarra, y pimentón picante y dulce. Cada vez que trabajas cinco horas o más al día tienes derecho a comer. A la semana de estar trabajando allí ya me harté de las hamburguesas. Qué están muy buenas, sí, qué todos los ingredientes son de gran calidad, también, pero uno no puede alimentarse con un menú de ese estilo. De modo que suelo comer pollo y ensaladas.
Sin embargo no sé cuánto tiempo estaré trabajando de hamburguesero, y espero que sea poco en beneficio de encontrar un trabajo acorde con mi profesión, aunque siendo realista, eso es difícil.

Os dije en la entrada anterior que os hablaría del concierto que Toots & The Maytals dieron en Bristol. Pues bien, el simple hecho de ver a Toots Hibbert en concierto, emociona, sobre todo si eres un fan de la música jamaicana. Que empiecen el concierto con el ‘Pressure Drop’ ya te pone los pelos de punta, y que poco a poco la banda transmita calor y baile hasta el punto de que aquello se convierta en una fiesta multitudinaria, te mete en su juego y no sólo hace que seas partícipe, si no también una parte imprescindible para que el show salga bien. Sonaron especialmente cálidas ‘Monkey man’, ‘Funky Kingston’ o ‘Reggae got Soul’. Para terminar el 54-46, himno de la banda y de todos los presos políticos. La alargaron más de quince minutos y fue un delirio total. La entrada fue gratuita y a mi lado había rastafaris, parejas con sus hijos pequeños, otros que por edad podrían ser mis padres, y gente de todas razas, condiciones y demás diferencias. Es sensacional ver cómo la música une lo que otras tantas cosas separan a las personas.

Antes de continuar escribiendo la segunda entrada que voy a publicar hoy, y que por razones de comodidad para el lector voy a separar, quiero terminar ésta con mi comentario habitual de actualidad.

En esta ocasión, y desde hace ya tiempo, tengo ganas de comentar el tema de la negativa de los socialistas madrileños a que el PSN gobierne junto con NaBai. Al igual que sucedió hace poco con la dimisión de Josep Piqué por el PP catalán, a raíz de disputas internas entre los populares catalanes y los de Madrid, en el tema de Navarra ha habido una imposición centralista que muy poco favor les hace a los socialistas a la hora de conseguir la paz en el País Vasco.
Cuando fui a Irun en abril del año pasado, a entrevistar a Fermin Muguruza, hablamos de un montón de cosas durante casi cinco horas. Por supuesto, e inevitablemente, salió el tema de la paz en el País Vasco. Por aquel entonces la ilusión y el auto-convencimiento de que las cosas iban a salir bien era algo que nos alegraba a muchos. Hablando del tema con Fermin, me dijo que la clave de la Paz a nivel político iba a estar en el entendimiento de los socialistas navarros con los abertzales, y que la iniciativa iba a salir del PSN. Recuerdo que cuando me dijo eso pensé que no tenía demasiado sentido, y no le encontré la relación con el proceso de Paz. No le hice demasiado caso y lo olvidé.
Ahora pienso en todo esto y me doy cuenta de la importancia de que ese acuerdo se produjera y de la visión que tuvo Fermin al decirme que eso sería clave para el proceso de Paz.
Sin embargo, nadie contaba con que iba a meterse Madrid por el medio. Desde que vivo allí me he dado cuenta de que los medios de comunicación y muchos de los ciudadanos creen que su ciudad es España entera y que todo tiene que ser igual a lo largo y ancho del territorio. Para ellos España no es más que una vasta extensión de Madrid. Y por eso se acojonan en cuanto existe alguna diferencia territorial; se creen que entonces la cosa se rompe.
Y en este caso Zapatero, Blanco y compañía, se han acojonado y han puesto el semáforo en rojo a sus colegas del PSN por el ‘¿qué dirán Rajoy, Acebes y zaplana?’, sabiendo que les iban a tachar de colaboradores del terrorismo. Pero una cosa está clara, y es que si se quiere la paz hay que arriesgar a nivel político, y si entonces se consigue, todo el mundo votará al partido que consiguió la paz en el País Vasco.
Me irrita mucho el sentimiento de centralismo y de creerse con capacidad de decisión en todo el territorio español de los políticos, medios de comunicación y ciudadanos madrileños. La están cagando señores.

No te quedes aquí y sigue leyendo para ponerte al día la siguiente entrada. En la foto de arriba estoy controlando la situación. En la de abajo, una de Paula, que ya tocaba.

PAZ

I'M BACK (Part II)


Sigo. El mismo día que me caí de la bici habían venido los padres de Paula de visita. Ya veis qué oportuno fui. Dado que Paula, sus padres y su hermana se iban a Londres esa misma noche y yo no podía trabajar más, y que a los tres días tenía planeado ir a Londres, me fui con ellos. Estuvimos en Londres tres días, haciendo turismo, y por mi parte recordando lugares, vivencias y sensaciones que transcurrieron en el verano de 2003, cuando estuve un mes y medio viviendo allí.
También hubo lugar para el reencuentro con uno de mis mejores amigos; Óscar. Tras un año desde su última visita a Madrid, no nos habíamos visto. Tarde de pintas, noche de kebabs, cervezas y conversaciones; puesta al día.
Después de tres días en Londres, hicimos el viaje que tenía programado desde junio; una visita fugaz que nos llevó de Londres a Biarritz, donde nos recogieron mis padres. De allí fuimos a Hondarribia para comer unos pinchos y tomar unas cañas. La foto de arriba muestra la alegría del reencuentro. Más tarde, llegamos a Donosti y allí fui al hospital a que me revisaran el brazo, pues ni yo ni mi madre nos fiábamos demasiado de la sanidad pública inglesa. Después fuimos a nuestros respectivos hostal y hotel, situados en el Monte Igeldo. Tras descansar un rato, nos pusimos guapos, porque dónde íbamos aquella noche es uno de los mejores restaurantes del mundo. Hablo del Akelarre, de Pedro Subijana. Un restaurante de tres estrellas en la Guía Michelin (el máximo que se otorga), y donde disfrutamos de una de las mejores y experimentales cenas que se pueden comer.
El restaurante está situado a lo alto del Monte Igeldo, en un edificio moderno y acogedor. Las mesas están separadas con una distancia mayor de a lo que estás acostumbrado a ver en la mayoría de restaurantes, dejando espacio y tranquilidad a los comensales. El ambiente es tranquilo pero no te sientes obligado a hablar en susurros ni a cuidar cada movimiento. La camarera, con su forma de hablar y tratarte en la que mezcla cortesía, educación y pachorra dicharachera, te recuerda que estás en el País Vasco y que aquí nadie es más que otro. Vaya, que te hace sentir cómodo.
Decidimos optar por el menú degustación. Dos menús de cada; el Aranori y el Bekarki. (Os recomiendo visitar http://www.akelarre.net). Ahí os pongo la foto del Buey en patata de cobre y esponja de jugo.


La espectacular técnica culinaria nos fascinó y descubrimos un montón de sabores y platos cuya creación jamás hubiésemos contemplado posible. Es complicado definir cada uno de los platos y quizás debería dedicarle una entrada entera a la cena que nos sirvieron aquella noche para explicar detenidamente todo. Tampoco debo olvidar los dos excelentes vinos que regaron la manduca, así como resaltar la importancia de la compañía y la genial conversación que, inevitablemente, la mayor parte del tiempo giraba entorno a lo que nos traía la camarera en los platos.
Ya terminando la cena, Don Pedro Subijana salió a hablar con los comensales. Mesa por mesa se interesaba por cómo estábamos disfrutando de sus extraordinarios platos. Resultó un tipo majo y atento, y la verdad es que se agradecen ese tipo de detalles por parte de quien es uno de los cocineros más importantes del mundo.
Después, nos fuimos a dormir para poder levantarnos pronto al día siguiente y aprovechar el día.
Tras desayunar con mis padres, nos despedimos de ellos, ya que tomaron rumbo a Catalunya, y nos quedamos dando vueltas por Donosti hasta bien entrada la tarde. El casco viejo y sus bares con barras repletas de platos de pintxos sabrosos y elaborados fueron parada obligatoria y constante en nuestras vueltas.
Después de eso, nos fuimos al hostal a ducharnos y a descansar un rato, pues la noche iba a ser larga. Hacía ya tiempo que había programado el viaje, y había concretado quedar con mi buen amigo Fer para, tres años después, volver al País Vasco al final de gira de Fermin Muguruza. Mi amigo Fernando Lucini, residente en Granada subió unos cuantos kilómetros para estar a mi lado igual que en Bilbo en 2004. Nos encontramos en el paseo de la Concha, y de allí fuimos al casco viejo para, otra vez, darle a los pintxos, a los zuritos y al primer cubata. Ahí estamos él y yo en uno de los bares de pintxos.


Después nos encontramos con Juanfran, Sonia y el Flopi, colegas de Madrid y compañeros de aventura granadina de Fer. Directamente nos dirigimos hacia la playa del Gros, donde iba a ser el concierto.
Amenazaba lluvia, ya que había diluviado bastante por la mañana y la tarde del día anterior, sin embargo, las nubes se marcharon a otra parte y pudimos disfrutar del concierto sin ningún problema.
En este caso, Fermin venía respaldado por los doce músicos de la Afro-Basque Fire Brigade, una banda internacionalista de calidad espectacular y cuyos componentes jamaicanos dieron un toque excepcional nunca antes visto en los proyectos del músico vasco. Cambiaron la forma de interpretar algunos temas que antes sonaban más rápidos, así como los acompañamientos de la sección de metales. Trajeron, en forma de versión, a Bob Marley, Peter Tosh, Toots & The Maytals, Fontella Bass y a otros monstruos del reggae o el soul como Charles Wright.
Tras el concierto y despedirme de Fer y los demás, Paula y yo fuimos al backstage a saludar a unos cuantos de la banda; Jon Trombón, Dj Zigor, Oskar Benas, y a otros colegas de farándula además de, obviamente, estar con Fermin, igual que tres años antes. Una vez más, conversaciones interesantes entre cervezas y hasta altas horas de la madrugada. Esta es una foto de algunos de los momentos en el backstage.


Al día siguiente nos levantamos pronto y cogimos un autobús a Santander y luego un avión hasta Londres. Viaje relámpago pero lleno de sensaciones satisfactorias y con pequeñas pero intensas dosis de reencuentros con personas a las que quiero y admiro de distinto modo y grado.
Al llegar a Londres, me quedé allí durante cinco días en la casa de Óscar. Visité Londres y estuve por la zona de Brick Lane y Old Street , en garitos como el 1001 o el Catch, donde trabaja Óscar.
Inevitablemente, todas las veces que he estado en Londres he visitado la Tate Modern, accediendo a ella desde el Millenium Bridge en la margen del río donde está la inmensa catedral de St. Pauls. Una vez en la Tate, impresiona entrar por el Hall de las Turbinas y, personalmente, no puedo evitar imaginar la época de la Revolución Industrial, con aquel edificio a pleno rendimiento, hoy convertido en museo.
En el mismo Hall, había una exposición realmente interesante. Se basaba en el dato de que, por primera vez en la historia de la humanidad, la mitad de la población mundial vive en ciudades. La masiva migración de la gente a las urbes, ha provocado que algunas de estas crezcan a un ritmo tan acelerado, que la ciudad no puede asimilar ni dar cobijo a tantas personas. De modo que la densidad de población en algunas ciudades es tan brutal que existen desigualdades y cifras que asustan. La ciudad más poblada por kilómetro cuadrado era Bombai, y detrás de ella venían México D.F., Sao Paulo, Shangai, Los Ángeles o Londres. La oportunidad de ver esa exposición fue algo que me hizo reflexionar mucho alrededor del tema, y creo que la población mundial no está preparada para todas las consecuencias que la migración masiva de pueblos a ciudades conlleva.
Definitivamente, es un tema a tener en cuenta y que dará mucho que hablar, cada vez más. Si pasáis por Londres no dejéis de ir.
Para cuando me di cuenta, me estaban echando de la exposición; hora de cerrar. Y yo que quería ir a la Sala Rothko, como cada vez que voy a la Tate, me tuve que marchar. Sin embargo, ni corto ni perezoso, volví al día siguiente y entonces no hubo fallo. Mark Rothko es uno de los pintores cuya obra me parece más interesante, sobre todo su segunda etapa, cuando sus cuadros de grande formato se convierten ventanas bicolor que miran al interior de su propia alma y sentimientos. La sala Rothko de la Tate Modern tiene ocho piezas que, con la tenue iluminación de la sala, te envuelven de un modo raramente emocionante. Es difícil describir por qué me gusta tanto esa sala, pues no hay trazos de pintura que contemplar, ni una técnica novedosa que revolucionó el mundo del arte, es más, durante buenos ratos no es necesario ni observar los cuadros. Sólo estar allí y relajarse durante media hora larga.
Al día siguiente, me volví a Bristol acompañado por Óscar. Allí estuvo una semana, hicimos turismo y salimos por ahí a tomar pintas y demás. Uno de los días fuimos al Bristol Suspensión Bridge a tomar unas latas y a dejar que anocheciera entre conversaciones sugestivas e irrepetibles. A pesar de que la batería de la cámara estaba agotada, pude sacar una última foto de mi colega con el puente al fondo, al final del texto os la dejo. Otro de los días fuimos a un festival gratuito de jazz en la calle donde vimos a una banda de folk-jazz que hicieron bailar a la gente un montón y que disfrutamos con buenas pintas de Guiness. Fueron gratos momentos.
El mismo día que Óscar se marchó, Paula y yo fuimos a Bath, pues esa noche era la fiesta de despedida de Eva, quien a estas horas ya está en España, y a quien desde el blog le mando un saludo y le doy las gracias por la ayuda que nos ha brindado durante estos meses. Fue una fiesta divertida y lo pasamos realmente bien.
Bath es un lugar muy bonito, y por lo que pude ver, volveremos un día para visitarlo con calma, porque promete.

En pocos días tenemos una citación en la universidad para apuntarnos a clases de inglés. La verdad es que cuando empiecen, las cogeremos con ganas.

La otra cosa que últimamente nos mantiene ocupados es el viaje a Cuba, cada vez queda menos y tenemos un montón de ganas. Prometo que antes de emprender el viaje habrá dos entradas más, una será para llevaros de paseo por el barrio (como he dicho en la entrada anterior), y la otra para contaros acontecimientos de la vida en Bristol y los últimos preparativos de nuestra visita a ‘La Isla’.

Mientras escribía las dos nuevas entradas, he tomado nota de lo que sonaba en mi iPod, hoy en sesión aleatoria. La selección que me ha brindado este magnífico reproductor ha contado con Tom Waits, Dj Krush, Soundgarden, Wu-Tang Clan, Nick Cave & The Bad Seeds, Björk, Blackalicious, G5, Cypress Hill, The Jacksons 5, Public Enemy, Easy All Stars, Nas, Joan As Police Woman, Ella Fitzgerald & Louis Armstrong, Gang Starr, Gregor Samsa, Thelonious Monk, Jimmy Hendrix, Jamiroquai, Jackie Mittoo, Boot Camp Click, The Clash, Fermin Muguruza, Faithless, Dj Vadim, Arrested Developement, Guru’s Jazzmatazz, 12Twelve, De La Soul, Gentleman, Dizzee Rascal, Bob Marley, Love, Fat Freddy’s Drop, Isaac Hayes, Tyrone Davis, Anthony & The Johnsons, Muchachito Bombo Infierno, Stiff Little Fingers, Desmond Dekker, The Skatalites, Camarón de la Isla, The Police, Kraftwerk, Jerry González, Nancy Sinatra, The Beatles, Bobby Heb, Solomon Burke, Nina Simone, ESG, Assassin, The Temptations, Alicia Keys, Cat Power, Mr. Scruff, Marvin Gaye, Oh No, Fabe, Calexico, Motörhead, The Herbaliser, Albert Pla, Run DMC, Sir Samuel, One Be Lo, The Ramones, Bruce Springsteen, Saul Williams, Non Phixion, Dj Muggs & The Soul Assassins, Bill Withers, Angie Stone, Gorillaz, Otis Redding, Living Colour, Dabrye, Billy Bragg, Aretha Franklyn, Leonard Cohen, Kanye West, The Isley Brothers, Lauryn Hill, Jackie Wilson, Steel Pulse, Turbulence, Sigur Ros, Bobby Womack, Thievery Corporation, Pink Floyd, Macy Gray, The Perceptionists, Curtis Mayfield, Cherry Poppin’ Daddies, Delinquent Habits, Freddy Mc Gregor, A Tribe Called Quest, Rancid, Indeep, Iggy Pop & The Stooges, Faith No More, Fugazi, Culture, J Dilla y The Last Poets.

PAZ